Manomatic en Calle Mantería
Khanya, Portadora de la luz, el fuego (Identity), 2020. Manomatic
Valladolid puede enorgullecerse de tener en ella una pieza perteneciente a la colección denominada ‘’Identity’’, una serie de retratos que hacen especial alusión a aquellos que migran, concretamente ‘’a aquellos que llegaron en tiempos remotos al suroeste de la península Ibérica, cuna del artista’’. Como si de una búsqueda de sus raíces se tratase, el artista reflexiona de una manera antropológica sobre sus orígenes onubenses, partiendo de la diversidad cultural y el arte que dichas culturas han traído consigo, consiguiendo una comunión perfecta entre el arte pasado y el arte actual mediante la utilización de técnicas pictóricas tales como el aerosol o el spray, típicas del graffiti y de los inicios plásticos de Manomatic.
Concretamente, Khanya es la mujer que impera y guarda la calle Mantería como si de una gran diosa indígena se tratase, su nombre ‘’signica luz en africano, la cuidadora del fuego, mantenedora de las ascuas que servirán para la supervivencia de los hombres y mujeres pertenecientes a las áreas comprendidas en el suroeste peninsular durante la época prehistórica del calcolítico’’. Desde luego algo que caracteriza la obra de Manomatic es la pura explosión y el trato agresivo del color, como si de un fauvista contemporáneo se tratase, el artista nos seduce con dichos colores brillantes, nos reclama su atención desde el minuto cero; en este caso, la disposición del color también tiene relación con esas guerreras y sus pinturas faciales que las hacen tan atractivas.
Esta mujer africana inmigrante afincada en Huelva residirá en Valladolid para rememorar los antepasados del artista y la realidad de su propia identidad, si bien y cada vez que un ciudadano vallisoletano levante su mirada y vea su rostro, sentirá en su interior el resurgir del fuego de las grandes amazonas